Olvidadlo, cualquier imagen que tengais en la cabeza, no tiene nada que ver con nuestra realidad.
Ni banos en el mar, ni barrigas al aire. Lo normal es llevar tu jersey y encima tu abrigo, de entretiempo, eso si, y en los pies un buen par de botas de agua, por si te apetece acercarte a la orilla.
Que no falte el paraguas, aunque si hace mucho viento, tampoco servira. Te mojas igual.
No llevas toalla. Lo que si necesitas es una buena manta de picnic, plastificada por uno de los lados, porque el suelo siempre esta humedo.
Si quieres llevarte alguna bebida, mejor un te o un cafe, bien calentitos, para mantener la temperatura corporal ante las inclemencias del tiempo o poder quedarte quieto a 14 grados, nublado y con viento.
Tu lista debe incluir cubos y palas para los pequenos, pero tambien les puedes traer una pelota o entretenerles tirando piedras al agua.
Pero lo que mas les gusta a los ninos es jugar con las olas. A que no les pillen. Les sube la adrenalina porque tiene un componente de altisimo riesgo y emocion. Lo explico: ellos se quieren mojar, pero su mama se va a enfadar mucho y probablemente se acabe el juego y todos a casa. Asi que hay que buscar el punto medio, arriesgando pero evitando fastidiarla demasiado pronto.
Primero se acercan un poquito a la orilla, despacio. En un nanosegundo empiezan a coger confianza y a acercarse bastante mas, mientras su madre repite, tripite: CUIDADO! Mas atras!!
Da igual. Continuan su juego. Papa y mama hacen apuestas...
Por supuesto, una vez mas tenemos GANADORA, que entre carcajada y carcajada se ha despistado, ha aprovechado el unico segundo que su madre no miraba y ha terminado en el agua. Lo mejor es su cara de sorpresa. Como si fuera impensable el resultado.
Con absolutamente toda su ropa empapada, ahora le toca demostrar habilidades a mama, a ver si es capaz de secarla y cambiarla en tiempo record y evitar un resfriado.
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