jueves, 27 de noviembre de 2014

Sentido y sensibilidad I

La verdad es que es una maquina. Razona y explica las cosas de miedo.
Es metódico y reflexivo, suele dar a las cosas un punto de vista en el que la lógica, no falla. Le encanta todo lo que viene a funcionar siguiendo unas reglas. En clase, las matemáticas; en casa, el ajedrez. A nosotros a veces nos sorprende con sus razonamientos y otras, con su ingenio.

Es 100 % sincero, y es el primero dejándonos en evidencia si tiramos de respuestas de padres -de escurrir el bulto-, y que no le cuadran con otros datos que almacena.  No se le escapa una porque encima tiene una memoria de elefante. Así que hay que tener ojo con lo que se le dice, porque te lo va a recordar seguro.

Y hasta aquí -a grandes rasgos- va su "yo" correspondiente al sentido. Podría desarrollarlo más, porque esto es un filón, pero ya os he venido dando ejemplos a lo largo y a lo ancho de este blog.

Sensibilidad. Tenemos muchos ejemplos y los atesoramos. Tiene una capacidad de empatía que ha dejado a alguna abuela con el corazón derretido, entre otras víctimas. Es capaz de ofrecer el gesto preciso, en el momento preciso. De comunicar y conectar con un momento y una situación, de manera especial. 

Mis momentos favoritos de los últimos meses son dos. El primero, hace un tiempo que nos contaba que quería ser de mayor. Fiel a la lógica de la pregunta, no nos respondió exclusivamente a que se dedicaría profesionalmente, si no exactamente qué quería ser. Y así empezó una larguísima lista que contenía entre otras facetas, la de inventor, la de guitarrista y otras seis o siete más que no recuerdo bien. No es que no le prestara atención, es que cuando iba desgranando su enumeración nos vino a decir:

- Yo de mayor quiero ayudar a los demás.

Imaginadme. No me lo esperaba. De verdad que esas palabras arrancaron una sonrisa a mi cara y por dentro me llenaron de un calorcito especial, que venía a partes iguales compuesto de satisfacción, admiración y aprobación. Todo así mezclado, con muchísimo amor. 

Por supuesto, no cayó un rayo en el cielo, ni entré en trance, ni se apareció una paloma. -O a lo mejor lo de la paloma sí, que para eso andábamos comiendo en la plaza de un pueblo-

Sencillamente continuamos con la conversación:

- Eso me parece fenomenal. Muy bien, G. Y que vas a hacer para ayudar a los demás?
- Les voy a tocar canciones con mi guitarra eléctrica cuando estén tristes.
- Muy buena idea!
- Ay Dios! Pobre gente!- pensé. Hay que oír cantar a mi hijo...

lunes, 10 de noviembre de 2014

Monday

G, primeras palabras de la mañana:

-Mami, I wish weekends were longer... Two days is not enough!
-Welcome to my world!!!


Y asi vamos empezando la semana...

jueves, 6 de noviembre de 2014

My name is Hooliya


Hoo liya

Asi lo ha escrito. Mi propia estirpe, sangre de mi sangre, si le pides que escriba el fonema "ju", ella escribe "hoo". No deja de impresionarme. Y luego una y griega por si acaso. Habra que meter una, no? Que en ingles hay muchas.

Reconozco que to tambien me voy inglesizando. Poco a poco, sutilmente, voy defendiendo lo de aqui, como si fuera propio. Su gastronomia, sus dulces, sus platos tipicos, sus festividades, sus rincones.

Y es que va siendo propio, que es lo bueno del expatriado -optimista-, que se va quedando con lo mejor de los distintos lugares.



Almighty Google

-A qué velocidad corren los tigres?
-Pues no estoy segura G, muy rápido, mucho más que las personas.
-Se lo podemos preguntar a Google?
- … eh?
- Google sabe todo.  

-Como son de viejos los Reyes Magos?
-Muy viejos
-Pero cuantos años tienen?
-Pues no lo sé, G, muchos...
-Se lo podemos preguntar a Google?

B: -Que es Google?

B aun no se ha enterado. Todavía nos hace preguntas y si no damos con la respuesta nos hace otras preguntas, y cuando se cansa, ya para y se pone a hacer otra cosa.

G no. G sabe dónde encontrar la respuesta. G sabe que si sus padres, sus abuelos, sus profesores, sus amigos no saben algo, hay una fuente inagotable de saber que se llama Google. Y encima, por lo que he visto últimamente, se apaña genial con ella, y a la que te descuidas ha encontrado una página que ninguno conocemos para descargarse juegos gratis.

Reconozco que me ha pillado desprevenida. Y hasta me da celillos ya no ser la que lo sabe todo. Pero claro, es que la competencia es muy fuerte! Por lo menos, DE MOMENTO, nos da el beneficio de la duda y nos pregunta a nosotros antes de irse directo a Google a encontrar respuestas…

La tecnología , desde luego, está cambiando el panorama infantil. En lugar de ir al video club, se descargan pelis; en lugar de hablar por teléfono, hacen Skype, -y luego se empeñan en enseñarle a los otros teléfonos cosas: Vienen con su juguete y le dicen al inalámbrico, mira, mira…- En lugar de escribir cartas a Papa Noel, quieren mandarle fotos de juguetes a su Whats Up. En lugar de aburrirse, juegan con el Ipad.

Y en lugar de bombardear a sus padres a preguntas, buscan en Google.

Horneando

En realidad “baking”, que es el termino en ingles, y creo que el contexto incluye la preparación.

B y yo tenemos aficiones comunes, una son las manualidades y la otra, la cocina. En la cocina le gusta hacer de todo, desde una bolognesa hasta un rebozado. Pero, por supuesto, si preparamos postres, mejor que mejor. Así ella puede meter el dedo en la masa y chupar cucharas a la que me descuido. Este fin de semana me ha ayudado con las albóndigas, y le salían perfectas. Empieza a ser ayuda de verdad y  conseguimos ser equipo.

A G estas cosas no le interesan demasiado, ni las manualidades, ni la cocina, ni chupar cucharas a hurtadillas, ni nada. A menudo para horror del movimiento feminista, B y yo andamos en la cocina trajinando y G y E, a lo suyo en el salón. Lo suyo suele ser una partida de ajedrez, o una de cartas, temas que a B tampoco le interesan en absoluto, para seguir con nuestros estereotipos.

Solo consigo atraer su atención si se trata de meter las manos en la masa, pero no cualquier masa, me refiero exclusivamente a ponernos a hacer galletas. B, sin embargo, mete sus manitas donde haga falta, si es necesario hasta el codo en la carne picada.

Pero volviendo a lo nuestro, a hornear, el mes pasado B y yo, mano a mano nos pusimos a preparar su tarta de cumpleaños y sus cupcakes. Yo ese día andaba despistada y me empeñaba en no leer el paquete de harina que estaba usando.

Preparamos la tanda de cupcakes que por primera vez se hincharon como globos, para posteriormente venirse abajo y presentar un aspecto lamentable.

-Uy! B, me parece que los cupcakes no han salido! Me he debido pasar con la levadura. Que raro!
-No pasa nada, mama! Nos queda la tarta.
-Bueno, vamos a añadirle mas harina a la masa por si acaso. 

Y sigo con mis chapuzas, un poco alucinada con la respuesta de B, que cumple 5 años, y no ha soltado ni un qué pena, ni una mueca de desilusión.

Metemos el pastel en el horno con los dedos cruzados. La tarta va mejor, sube, pero no tan rápido y parece que va haciéndose. Eso sí, hay un olor raro en la cocina y justo al final, después de cruzar mucho los dedos, mirar muy intensamente a través del cristal del horno, mimarlo y taparlo para que siga cociendo sin quemarse, la parte central del bizcocho se termina hundiendo.

- B, me parece que me ha vuelto a salir mal. No sé qué pasa, pero con este bizcocho no se va a poder hacer tu tarta.
- No te preocupes, mami, no pasa nada. Good effort! Well done today!

Y yo casi me derrito y pienso que al menos, esas palabras, esa comprensión y ese apoyo han convertido la tarde en una de mis favoritas con ella.

Para los que se queden con la intriga tarde casi 12 horas en darme cuenta que la harina ya venía con levadura y que no necesitaba añadir mas. Y B tuvo su tarta, y sus cupcakes aunque requirieron el doble de ingredientes y de tiempo...

jueves, 30 de octubre de 2014

La magia de Halloween


Me encanta.

La noche de Halloween es especial y es necesaria para encajar en nuestras vidas la nueva estación que se ha ido colando en el calendario, y que ya se posiciona algo más fuerte. Viene reivindicando el frío, el viento, la lluvia, y más allá de eso, la noche. La noche, que se vuelve fría y muy larga, y te invita a encerrarte en casa, desde media tarde hasta la nueva luz, casi unas 16 horas.

El habitante de la mitad norte del continente, necesita alguna buena excusa para salir a la calle y dejar que el aire le despeje las ideas y le refresque la nariz.  Y la primera es Halloween, que hace un popurrí de tradiciones y te invita a salir cuando el cuerpo -aun no acostumbrado a las nuevas circunstancias, se contentaría con mantener a base de bombilla y radiador las condiciones de antaño.

Es necesario redescubrir que no, que aunque sea menos cómodo, al final es más saludable -para el cuerpo y para el alma-  abrigarse lo que sea necesario, echarse a la calle, y relacionarse con los vecinos.

Para mitigar la oscuridad, e ir acostumbrando nuestras retinas a la penumbra, y de paso alegrando nuestros corazones que extrañan el sol, su luz y esos cielos azules interminables, necesitamos algo. En breve, las luces navideñas cumplirán con su función, un poco antes fuegos artificiales iluminaran nuestros cielos para conmemorar a Guy Fawkes. Pero ahora, ahora es importante improvisar belleza e iluminación, y a alguien se le ocurrió, utilizar las miles de calabazas que han sido recolectadas los primeros días de otoño para un fin adicional al gastronómico.

Y gracias a esa idea caminamos a la luz de las velas que se escapa de calabazas decoradas con imaginación y destreza. Porque el “trick or treat” es eso, padres paseando con sus hijos, por el barrio, llamando a puertas que jamás en ningún otro momento has tocado y encontrando al otro lado un vecino que te saluda, te sonríe y te ofrece dulces. Y en ese paseo te encuentras con otras familias, muchas de ellas conocidas, que más o menos disfrazados, comparten contigo ese momento.

Como no se trata de molestar a todo el barrio, solo se llaman a las puertas que han sido decoradas con una calabaza- añadiendo un componente de búsqueda al paseo, y alegrándote cuando descubres una nueva. También alucinas con lo que el ser humano es capaz de hacer. Hay verdaderas maravillas.  

Y así es como vas cambiando el chip y dando el primer paso para que la pereza no te venza en la nueva estación, y te eches a la calle cuando lo necesites, que ya sabes que no se esta tan mal.

martes, 28 de octubre de 2014

Halloween I

Hay muchos detractores, hay ironía, e incluso agresividad en contra de esta fiesta.

Una vez más, lo antiguo frente a lo nuevo, para nosotros, claro. Lo religioso frente a lo pagano, lo mediterráneo frente a lo nórdico.

Y así nos pasamos la vida, que si esto es una americanada, (que también lo son los Ipads, y todo el que puede se hace con uno tan contento.) Que si esto no son nuestras tradiciones, que nosotros ya tenemos señalados en nuestro calendario otras fechas para celebrar los Santos y los Difuntos.

Y digo yo, que tipo de argumentos son estos? El que prefiera sus celebraciones y se sienta boicoteado por Halloween, que  las promocione, que llene sus facebooks de preciosas fotos de huesitos de Santo y panellets. Que fotografíe flores frescas adornando rincones por un día no tan olvidados, recordando quien fue y quienes fuimos, así como momentos felices de antaño que no se repetirán sino en nuestras memorias.

Y sobre todo que no se quede en el gesto, en el detalle, y en el instante, que explique a quien le quiera escuchar, pero sobre todo a quien tenga el deber de educar, porque estas celebraciones son importantes, porque la muerte está presente en nuestras vidas, y cómo es posible creer en una continuidad mas allá de ella. Cuál es el respeto y el cariño que corresponde a quien hoy no está con nosotros, pero cuando estuvo fue importante en nuestras vidas. Quienes fuimos, quienes somos y como lo celebramos.

Cada vez que pienso en esto me viene a la cabeza la conversación de L, un amiguito neozelandés de G con su mama:

-Mami, cuál es tu flor favorita?
-Las azucenas.
-Mami, cuando te mueras, te llevare azucenas a tu tumba.
-Que bonito gesto, L! Gracias!
-Donde las compro?
-Creo que en Tesco venden ramos por 10 pounds.
-10 pounds!!!!! Eso es muchísimo!!!
- Mami, si les digo que son para un muerto, me las dejaran más baratas?

Y con esa frescura en esa casa se habla del futuro, de quien estará y de quien no.

Pero volviendo a Halloween, el de fuera nos ensena otras cosas que ni son tan malas, ni tan superficiales, ni tan comerciales como alguien que no las ha vivido in situ puede llegar a pensar. Que funcionan por distintos motivos y que esos motivos, encierran entre otras cosas también mucha magia.

Mañana os cuento donde esta esa magia.

jueves, 16 de octubre de 2014

Un corazon de oro

El otro día Don G. me aseguraba así, abriendo mucho los ojos, que él era tan bueno que el corazón no le cabía en el pecho. Y yo me parto, porque a ver donde ha oído él esa expresión, visto que vivimos en Gran Bretaña. El caso es que algo le debió calar de la frasecita de marras, que la tiene dentro de su repertorio.

Yo le dije que sí, que tenía un corazón de oro, y aunque le sorprendió el símil, le debió parecer bien, porque también lo incluyo en su registros.

Últimamente su corazón de oro, debe andar desconectado de sus tímpanos porque parece que ni en el cole, ni en casa, escucha a la primera. Al extremo que hasta su profesora me ha llamado la atención (a mi!) porque no obedece y va a su bola.

No me sorprendió ni un pelín, que yo ya sé que G tiene un rico mundo interior, sin nada que envidiar a los creados por su compatriota el señor Tolkien. 

Por un lado es injusto, tiene 6 años, y si no le da la gana de hacer caso, ya sabe él que lo está haciendo mal. Y la bronca no debe ser para mí.

Por otro lado, es cierto, desgraciadamente mi paciencia es un arma de doble filo a la hora de educar y, mi flexibilidad también.  Añado mensajes contradictorios al: -Esto! -Ahora!

Y no todo el mundo tiene o puede tener (como los profesores) esa flexibilidad y esa paciencia.

Así que me volvió a tocar sacar el multiusos: stop, look, listen and think (SLL&T) en nuestra conversación y asegurarme que ambos niños son capaces de escuchar como se espera de ellos, y luego actuar en consecuencia.

Reconozco que desde que la señora Loli la trajo a nuestras vidas, soy gran fan de esa frase y la aplico casi a todo.

Parece que vamos mejor. 

jueves, 25 de septiembre de 2014

Mia o que hago



Os comparto el blog de mi amigo Ito, que merece la pena, que esta empezando, pero que promete mucho...

El que no quiera saber de la incondicionalidad del amor paterno, que no lo lea; el que no quiera recordar donde deben estar nuestras prioridades, y (por tanto) aquello que de verdad nos hace felices, que no lo lea; el que no quiera descubrir palabra, tras palabra, la ternura, el amor y el miedo que experimentamos en esta vida, que no lo lea y; el que no quiera saber lo que es un reto de verdad, y por lo que merece la pena luchar, que no lo lea.

Mia o que hago

Mia o que hago/de repente, tu

martes, 16 de septiembre de 2014

El Típico Andaluz

Caminando por el paseo marítimo de un pueblito de la costa malagueña, se llega a un lugar emblemático: El Típico Andaluz.

Un bar con una terraza siempre abarrotada y colocada en una calle peatonal. Está encalada de blanco y luce coqueta en sus paredes, macetas pintadas de azul con geranios rojos. Una delicia.

Sirve los mejores jamones que he probado en mi vida. En un pispas (esto es un decir, van al ritmo de Andalucía) Javier, el propietario, te saca una degustación de jamones y, emplatando una de Guijuelo, una de ibérico dulce y la ultima de Jabugo, deleita tu paladar con unos matices que no te hubieras imaginado.

Javier saluda a E con un abrazo. Creo que es el único restaurante donde le saludan así. No se han visto tanto, ni tan a menudo, pero desde su tierna adolescencia, mi marido se ha gastado allí sus pesetucas disfrutando del jamón e impresionando distintas chicas. Incluida -por supuesto- yo misma.

Empezábamos a salir, y a la primera escapada al sur, allí me llevó. Botellita de Rioja, degustación de jamones, caña de lomo, lomo de manteca, una ensalada de tomate jugosísimo y... hasta hoy.

Este verano por primera vez ha llevado a alguien verdaderamente especial, dos personas únicas para nosotros: G & B.

Bastante emocionados fuimos de tapeo una noche, en plan expedición gastronómico-cultural:

Tenían que vivir el placer de cenar en una terraza mas tarde de las 10 de la noche, en camiseta y disfrutando del clima.

Tenían que conocer un lugar donde las patas de jamón cuelgan del techo, esperando su turno.

Tenían que contemplar el arte con que Javier va cortando el jamón y colocándolo en un plato con tal maestría que, si vuelcas el plato, no se cae el jamón.

Tenían que disfrutar del trato que se da al cliente de antaño, que se traduce en simpatía a raudales y trocitos de jamón para que vayas probando, nada mas asomar tu nariz por el mostrador.

Y tenían que coronar el plan con una caminata por el paseo marítimo, escuchando el mar, viendo alguna estrella, y saboreando un helado, de camino a casa a eso de las 11.

Ains las vacaciones!

jueves, 11 de septiembre de 2014

Que quieres ser de mayor?

Pregunta clásica entre las clásicas. Siempre hecha con escepticismo, pues desde la arrogancia que dá la experiencia, pretendemos saber mejor que el interrogado.

Mi hija nos respondió que ella quería ser MAMÁ. Su respuesta, a papá no le convenció y, a mamá le lleno el corazón de ternura. Como si pensara que su vocación nacía del reconocimiento a su cariño y dedicación. Mamá, fantasiosa ella, quiso atisbar hasta agradecimiento en sus palabras y la certeza de que su función, lejos de pasar desapercibida, era valorada y ensalzada como la mayor aspiración de la niña.

Menos mal que a mi lado tengo a alguien pragmático:

-Vamos a ver B, fenomenal ser mamá, pero tienes que pensar más cosas.

Y yo, un poco chafada y, si te descuidas a la defensiva porque a mi marido la elección no le pareciera la bomba, repliqué: -Porqué?

Y la respuesta llegó más tarde, visto que ese era el momento de prestar atención a las aspiraciones de mi hija.

Sigue queriendo ser veterinaria. Los adultos siempre nos empeñamos en saber más. O eso, o estamos a la expectativa de una respuesta desmesurada a nuestros ojos (y perfectamente razonable a los del infante). Así que, por supuesto, continuamos con el interrogatorio.

En relación con su maternidad, que cuántos hijos iba a tener. Esa pregunta no se hace con interés real, si no solo para sonreírte con condescendencia, si el número es mayor a cuatro o cinco, y ya desternillarte si es el mes que ha tocado pagar los colegios. Y B nos dejó con las ganas, porque ni se dignó a responder. Lista que es ella.

En relación con su profesión, y después de pensárselo un poco, nos dijo que ni le gustaban los cerditos, ni se veía curando un león o un cocodrilo, y que mejor se dedicaría a los perros, los gatos, las tortugas y otros animales de compañía.

Muy centrada ella. Se nos ha debido hacer ya mayor para este juego. :(

Pero volviendo a la explicación de porqué B debía explorar otras inquietudes, la respuesta del papá fue rotunda:

-Yo quiero que crezca y que no se limite.

La repetiré como un mantra cada vez que me tenga que ir a la oficina dejando un niño enfermo en casa o, en ocasiones similares donde, lo que me pide el cuerpo es quedarme cuidando el nido!
Y como ultimamente, me dá por las dedicatorias, este post se lo dedico a mi cuñada M, una madraza donde las haya, que en breve se reincorpora a su vida laboral, dejando en casa a su princesa y al sonrisas de mi ahijado. Forza!

miércoles, 10 de septiembre de 2014

8 apellidos vascos

La vimos. Nos reímos y echamos la cuenta de lo vasco que era E.

Reconozco que mi marido despista, sus seis (o así, que nos llevo un rato el recuento) apellidos vascos se acumulan tras el primero franco-alemán y el segundo italiano.

Y resulta que es vasco. Del mismo San Sebastián, oiga. Y si hay algo de herencia ítalo-francesa, deben ser genes recesivos, porque nadie lo diría. Yo en su momento me hice ilusiones. Incluso, durante algún día pronuncie sus apellidos de acuerdo con su lengua de origen. Que para eso una sabe idiomas. Pero no.

Ya me lo vino a explicar, y rapidito. Que no, que a pesar de tener un nombre muy europeo y un aspecto bastante nórdico, él era vasco. Y era verdad.

Y sí, al ver la peli, lo que tras una década de matrimonio había aceptado -con un poco de resignación inicial-, pues: lo he entendido!  

Ahora podría continuar la entrada parodiando a los vascos en general y a mi querido esposo en particular. Pero he pensado que no. Por dos motivos: el primero, que la peli ya lo hace estupendamente, y el segundo, que a E salir en mi blog no le gusta nada, así que me voy a ahorrar la sátira, y de paso la crisis matrimonial!

Eso sí, no puedo terminar sin mandar besos especiales:

Uno a mi cuñada G, de Bilbao -léase con acento-, que tiene siete apellidos vascos, y que tras echar la cuenta en una cena bien regada con vino, mi marido la consolaba, diciéndole, que no se preocupara, que no se le notaba NADA que le faltaba el octavo.

Otro a mí cuñada P,  “outsider” como  yo.

Y el último y súper especial a mi padre, un chico del sur –del mismo Vitoria-, que consiguió colar un apellido vasco dentro de mis ocho. Tabla de salvación hasta que P llego al clan, y formamos una minoría cualificada!

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Hello autumn!


 Es lo mágico de viajar, que te levantas en verano y te acuestas en invierno.

Ya no me cuesta. Tras diez años lejos del Mediterráneo, tengo muy asumido que, por estas tierras, el otoño empieza en agosto.



Reconozco que en su día fue un shock. Ver caer las hojas de los árboles, ya en un tono marroncillo, en el mes que toda España cierra por vacaciones, me dejó, cuanto menos, aturdida. Incrédula.

Son temas que no es que hayas pensado, si no que das por hecho. Conexiones que forman parte de tu activo de sabiduría y experiencia acumulada a base de años deambulando por este planeta. Por un trocito, claro.

Es como si un día el limón fuera dulce. O como si al romper un huevo, la yema saliera azul y la clara verde. Así te sientes. Necesitas sacudirte y desprenderte de antiguas certezas para reemplazarlas por unas distintas.

Desde hace ya unos años, agosto también es lluvia, viento, hojas por el suelo, chaquetas, ropa inadecuada para temperaturas más bajas, frío, paraguas e incluso, incluso, si te descuidas, calefacción!

Así que aquí estoy, de vuelta, bronceada entre caras pálidas, capuchas y zapatos cerrados, luciendo blusa roja, entre negros, grises y marrones, que parece que se me va a volver alquien en el metro para decirme:

-Querida, te has equivocado de cuento!

martes, 12 de agosto de 2014

Va siendo hora de vacaciones!




Tuvimos un pequeño anticipo la semana pasada y a finales de esta por fin aterrizaremos en la costa malagueña!

Sol, sol, sol y mar.
Atardeceres increíbles.
Calorcito 24/24.
Aperitivos al borde del mar.
Cenitas en terrazas.
Siestas maratonianas, de esas que te levantas sin saber donde estas o qué momento del día es. De esas que requieren una coca-cola gigante, un café doble o/y media tableta de chocolate pare recuperarse.
Flanes de arena.
Saltar olas, chillando de la emoción.
Niños saliendo por la puerta de casa, descalzos, sin camiseta, camino a la piscina.
Vistas a África. Tan cerca, tan lejos.

Me voy a dedicar a leer y disfrutar. No sé si se me ocurrirá escribir o no. Últimamente no siento mucho la necesidad… así que de blog también voy a darme vacaciones.

Nos vemos en Septiembre!!


miércoles, 6 de agosto de 2014

Sentirse turista en tu ciudad


4 de agosto, Madrid.

Hace diez años me fui, y cuando vuelvo, de un lado tengo sensación de reencuentro, y por otro, sin embargo, de descubrimiento. Las dos hemos cambiado.

Es agradable rodearte de nuevo con algo conocido y, al tiempo, contemplar la ciudad con ojos que se entretienen advirtiendo las novedades del presente frente a los recuerdos del pasado. Es como jugar al juego de las 7 diferencias, pero esta vez es muy fácil, los cambios resaltan con afán protagonista frente a las imágenes que tienes guardadas en tu memoria.

Aunque ya me he familiarizado con el nuevo skyline que rasga el cielo, perfilándolo con las  torres de la Paz, cada vez que las veo me doy cuenta que no consigo acostumbrarme a ellas, y que las miro como si no fueran del todo de verdad.

Pero no sólo los cambios grandes me producen impacto, y eso que los recién estrenados Montecarmelo, Las Tablas y San Chinarro presentan ahora nuevos escenarios a los ciudadanos del norte, ofreciendo sus bares y restaurantes como alternativas para salidas con amigos, que antes, de alguna manera, se producían siempre de Plaza Castilla hacia dentro.

En realidad, lo que me gusta es ir descubriendo un edificio diferente, una tienda nueva... A veces creo que voy a tiro hecho, y me doy de bruces con el cambio: lo que yo buscaba, ya no está. Otras, sin embargo lo voy persiguiendo yo, para comprobar con satisfacción que pequeños negocios sobreviven a los años y la crisis, y se mantienen tal y como los dejé, preservados a través de las décadas, o bien advirtiendo novedades que escrutino con curiosidad.

Otro aspecto de mi turismo por la ciudad es reconocer edificios emblemáticos, imponentes y con carácter, de esos que definen Madrid per se y observarlos con determinación, concentrada, para volver a imprimirlos en mi retina y asegurarme que seré capaz de recordar su belleza más adelante.

Y así miras como el turista, buscando belleza y apreciándola, disfrutándola, saboreándola y guardándola con cariño en el apartado de recuerdos y no en el de cotidianidad.


jueves, 31 de julio de 2014

The Big Bang Theory analitica




Jim Parsons representa a mi personaje favorito en mi serie favorita.

No sé muy bien qué es exactamente lo que me gusta de Sheldon Cooper, y sin embargo soy muy consciente de qué no me gusta.

Si le doy una vuelta, creo que me enternece que, en realidad se comporta como un niño. Es como si sus enormes ojos azules, su cara de rasgos suaves y su falta de skills para manejar las relaciones sociales en el mundo adulto, justificaran de alguna manera su comportamiento. En realidad, le presentan vulnerable e indefenso como un niño frente a la sociedad, y desde ahí es como conectas con el personaje. O como conecto yo, que tengo un instinto materno-protector que se me va un poco de las manos.

Me doy cuenta que nos hemos enganchado a unos chistes que capítulo tras capítulo, muestran gente muy distinta, desde el ángulo mas humano posible, para que el público pueda incomprensiblemente-comprender a los personajes, generar empatía con ellos e, incluso, sentirse identificado en algunas escenas o en algunos aspectos.

La serie es un 10 para el apoyo de la diversidad. Que es uno de los valores sociales más importantes. Sin la aceptación de la diversidad, no es posible el ejercicio de la tolerancia. En esta línea, escuchando una entrevista a los productores, a la pregunta de:

-Cómo se os ocurrió hacer una serie cuyos protagonistas masculinos son lo que comúnmente se denomina como geeks?

Ellos respondieron:

-No, nosotros hicimos una serie de gente estupenda.

Y ahí radica toda la diferencia.

Sin la aceptación de la diversidad, tampoco es posible el enriquecimiento humano. Un entorno en el que todo tu alrededor piensa igual, actúa igual y mantiene los mismos patrones en todo, es un entorno cómodo, fácil de operar, pero no rico. No aprendes, no conoces. Mantienes, mantienes, mantienes, pero no desafías. Ni hay lugar para el cambio, ni el cambio es aceptado como algo natural.

Por ultimo, sin la aceptación de la diversidad, la convivencia resulta mucho mas complicada. 

Parece ridículo hacer un análisis de una comedia, pero es que, la riqueza de los personajes, sus matices y las relaciones entre ellos es lo que me tiene enganchada. 

miércoles, 30 de julio de 2014

Jerga Infantil

Los juegos de palabras en una casa de riqueza lingüística combinada, siguen dándonos fantásticos momentos como estos:

-Blanca, you are as cute as a button!
-Mamiiiii... no se dice "bottom"!

Definitivamente, algo va mal con mi pronunciación.

Y continuando con las clases de inglés -especialidad jerga infantil- os diré que por primera vez en casa hemos vivido el mítico momento en que los niños en lugar de posar para las fotos, se dedican a incordiarse.

Como las "ocurrencias" pueriles las copian principalmente de su entorno, pues hay variaciones en este aspecto. No, no, mis hijos no asoman el índice y el meñique por la coronilla de su hermano, y ponen cuernos para las fotos. Es mucho mas mono: Ellos sacan el índice y el corazón, coronando la cabeza del otro con "bunny ears" y así se han pasado toda la tarde mientras yo les retrataba con mi recién descubierto Instagram, que me tiene fascinada!

miércoles, 23 de julio de 2014

Escocia


Verde, verde, verde y azul.

Agua en cada rincón: lagos, rías, mar, arroyos, saltos de agua, ciénagas, cascadas, y restos de nieve en lo alto de las montanas.

Aire puro y brisa fresca.

Faldas al viento, gaitas, tweed y boinas de cuadros.

Vitrinas cuajadas de botellas de whisky, destilerías salpicando el paisaje e invitándote a conocer un poco de su magia.

Castillos en ruinas coronando rincones increíbles.

Banderas ondeando orgullosas y reclamando una identidad.

Montanas, colinas, rocas, acantilados.

Verticalidad confrontada con aguas calmas, planas, quietas.

Horizontes complejos, superpuestos.

Helechos, musgos, hortensias, campanillas, nenúfares y por supuesto, cardos.

Rudos puentes de piedra.

Galletas de mantequilla con tu té de media tarde.

Y para nosotros, sol, sol y sol, que daba intensidad a los colores y hacia brillar a Escocia como una esmeralda.