Una manana de domingo, levantarme tranquilamente, el desayuno esperandome en la mesa.
Un capuccino, con un fuerte aroma a cafe, que solo su olor me despierte. Canela espolvoreada sobre la espuma de la leche. Una taza de loza blanca sobre su plato. Azucarero a mano. Una cucharilla tintineando...
Un croissant horneado en alguna patisserie local. Hojaldre muy fino por fuera, que se deshaga casi al tocarlo, y con mas cuerpo en el interior.
Un zumo de naranja recien exprimido en un vaso de cristal. No demasiado dulce, tampoco acido. Olor a vitaminas, color intenso....
Un mantel blanco.
Rayos de sol.
Bien, hoy es lunes, llevo dos horas en la oficina y aun estoy adormilada.
He salido pitando de casa, sin desayunar, vistiendome a toda prisa y repartiendo montones de besos.
Quedan exactamente 143 horas para mi proximo domingo...
Tengo las expectativas altas :)
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