lunes, 15 de julio de 2013

La playa, version anglo-argentina


Ya ha pasado un año y parece increible pero, de nuevo estamos direccion a Cley a ver a Vicky, Paul y sus niños.

Cley es un pueblito chiquitin al lado del mar. Sus cottages estan cuidados, resulta muy acogedor y alegre con sus flores, adornando casas, jardines y rincones. De momento, se mantiene intacto y ajeno al turismo local y a sus invasiones estivales. Tiene encanto y no le faltan ni los caminos entre cereales, ni las vacas en su prado, ni las piedritas de la playa.

El jardin de nuestra casa nueva nos tentaba y el camino a 27 grados nos desanimaba. Era el fin de semana mas caluroso del año pero sabiamos que una vez alli, habria merecido la pena. Y no nos equivocamos.

 Lo mejor del fin de semana, la compania. Los mayores estuvimos super a gusto y los ninos querian "dormir 15 noches" en aquella casa. O sea, quedarse. Pero a veces hacen giros raros con el lenguaje.

Esta vez, por fin, mis hijos han tenido una experiencia de playa diferente y mas parecida al veraneo en la costa norte. Los mayores acompanabamos a los pequenos que chapoteaban en el mar, pletoricos. B por supuesto jugo con las olas siempre que pudo, rechazo camisetas, chaquetas y forros polares y, en en su diminuto traje de bano, bailo danzas indias a la orilla, que, por una parte reflejaban su felicidad y, de otra le ayudaban a que la brisa no la dejara hecha un cubito. Porque la brisa en Cley se parece mas al viento, y aunque haya sol, a 24 grados, con el agua a 18, alguna nube y con viento, mejor te mueves todo lo que puedas. Pero ella no tenia frio.

 Lo segundo mejor: la comida. Otro fin de semana de salir rodando, pero con criterio:

A los aperitivos a base de seleccion de salchichones (de Maureen) con pan de pueblo, le siguio el asado de lomo a la argentina de Paul; para rematar con la torta de chocolate con dulce de leche, recien traido de Uruguay. Todo pecado. Tendremos que sufrir las llamas del infierno en penitencia por esa gula gordisima, y, mas terrenalmente, tirar de almax un par de dias y de dieta un par de semanas, para redimir nuestras faltas.

A B casi nos la nacionalizan argentina cuando la vieron meterse en la boca la cuarta cucharada consecutiva de dulce de leche. Asi, sin mas, a pelo y con una sonrisa de oreja a oreja y brillo en los ojos. La misma cara que Maureen! Daba gusto verlas a ambas. Asi bailaba ella luego a las olas del mar. Se acerco hasta una foca, para mirar mas de cerca! No me sorprende! Que espectaculo! Lastima de camara!

 Gracias Vicky y Paul, sois unos anfitriones estupendos y el fin de semana ha sido de 10. Nos vemos pronto.

1 comentario:

  1. Siento el formato. La tecnica se me rebela y no puedo poner mis puntos y a parte... que lata de blog

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