martes, 19 de noviembre de 2013

Nativity play


Llegó. Ya tenemos el guión de la función de Navidad.

El año pasado montaron un musical muy chulo. Se llamaba Sleepy Shepherd y se centraba en la parte de la anunciación a los pastores. Canciones llenas de ritmo y una coreografía bastante lograda. Original y ameno.

Esta vez, parece que es mas convencional. Aunque como han integrado el servicio de villancicos con la obra, seguro que les queda bonito.

A G le ha tocado ser narrador. El numero 16, que la historia es larga y todos tienen que participar diciendo alguna frase. Poco estimulante, pero nos hemos librado, por un lado, de buscarle un disfraz y, por otro, que represente a:

La Virgen María. Obvio. Alguien tiene que hacer de Mary. Creo que ni a los niños, ni a las profes esto les plantea el menor problema. De momento. Eso si, a los padres no nos entusiasma la idea. Vas con toda la ilusión a ver a tu hijo, camara en mano, y lo último que te apetece es retratar lo mono que lo han dejado, con su vestido celeste, su panuelito y su bebé en el regazo.

E dice que cuando le toque a G, les prestamos a la Rubia. Pero obviamente, no podremos hacer eso, y habrá que afrontarlo con madurez. Va a ser un problema. Ya os lo digo.

Herodes. No se lo que les habrán contado sobre Herodes a estos inocentes. Ciertamente no a lo que se dedicaba el pájaro. Algo mas descafeinado, me imagino, porque en la obra hay uno y llego a su casa diciendo:

-Mami, I think I'm the baddie.

O sea, que creo que me a tocado el malo. Pero no debía estar seguro...

Estoy deseando verlos, y espero que este año G no se ponga a bostezar en el escenario, como viene siendo habitual. Han ensayado tantas veces que cuando por fín sale al escenario se muere de aburrimiento y no es capaz de parar. 

El año pasado pasó desapercibido, que para eso hacían Sleepy Shepherd y a él le había tocado ser uno de los pastores.  Que ahora que lo pienso, no sé si fué una elección al azar o una solución drástica de las profes... Casualidad o no, G bordó papel y no nos lo mandaron a Broadway de milagro. 

Pero un narrador bostezando, como que no pega tanto... vamos que corres el riesgo de que se te duerma la audiencia, los pastores y todo el belén! 

Miedo escénico?!? En nuestro caso hay que combatir el aburrimiento escénico!


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