lunes, 7 de abril de 2014

Heridas de guerra

Lunes 14h00. Diagnóstico: Dolor moderado en el cóccix, la rabadilla o lo que quiera que este debajo de mi hermoso trasero. Improbables daños graves con la amortiguación con la que vengo de serie. Difícil comprobar la inflamación en la zona. Ja ja. Un poco de paciencia y a ver si se me va pasando. En caso contrario requerirá seguimiento médico.

Martes 17h00: Diagnóstico: Espinillas arañadas, un par de hematomas en las piernas. Sin daños graves, excepto por el dolor de culo, que seguirá acompañándome toda la semana.

Miércoles 9h40. Diagnóstico: Dedo pulgar roto, o para ser mas técnicos fractura del escafoides. Inflamación del dorso de la mano tan bestial que parece que me ha picado un bicho -de los gordos-. Dolor agudo en el metacarpo, como si la mano me ardiera por dentro.

Miércoles 11h00. Diagnóstico: Hematoma del tamaño de una mandarina en el codo. Evoluciona de un negro intenso hacia el morado, mezclado con un amarillo feo, feo. Dolor moderado.

Jueves 12h00. Diagnóstico: rigidez de cuello y contracturas en los hombros espalda. Supongo que de la tensión acumulada y estrés.

Y estos son los daños producidos a lo largo de una semana de esquí con compañeros de habilidad claramente superior a la mía y por bajar unas pistas a una velocidad para la que no estoy capacitada.

Preciosos souvenirs de mis vacaciones en los Alpes.  

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