Esta mañana Hampstead parecía Kansas! Vientos huracanados que rugían en el exterior y aporreaban nuestra puerta. Estaba tumbada en la cama y pensaba: -Sera capaz de abrirla?
A parte de levantarme para comprobar si el viento había arrancado la puerta de nuestra entrada principal, que gracias a Dios no, en realidad me sentía segura en mi casa-zulo. Desde que vivimos a ras del suelo, las únicas inclemencias del tiempo que me preocupan de verdad son las lluvias torrenciales por el peligro de inundaciones. Veo jarrear con aprensión, pensando si saldremos nadando. Pero los huracanes, no me alarman demasiado.
Porque? Que podría pasar, aquí, en un bajo? Ay! Me temo que soy un pelo inocente. Pues esto es lo que puede pasar:
Nuestro flamante trampolin, rodando y volando por el jardín hasta aterrizar en nuestra terraza! Cuando lo he visto, he flipado y no he podido evitar pensar en Dorothy volando con casa incluida hasta aterrizar en Oz.
Pero el día ha deparado mas sorpresas, tras un buen rato devanandome la cabeza para dar con el mejor modo de llevar a los niños al cole, una vez mas, después de la tempestad ha venido la calma, y con un sol fantástico, y la acera sembrada de millones de hojas de todos los colores, los he acompanado a la escuela. Cielos azules, aire fresco y un paseo precioso que me invitaba a largarme al Heath, en lugar de dirigirme a la oficina.
Mi yo responsable ha ganado y aquí estoy yo, escribiendo mi blog en la ofi, rodeada de absolutamente nadie, dado que los trenes y los metros esta mañana no daban servicio y era la excusa perfecta para alargar el fin de semana!
Feliz lunes!
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