Mi entrada numero 100!!!: Cromos

La Premier League ha llegado a nuestras vidas de la mano de G, quien no ha dudado en aparcar temporalmente al Real Madrid, para posicionarse como seguidor del Arsenal.

-El Chelsea is rubbish!! - decía convencido.

Y la verdad es que, dado que en casa no vemos la tele y que ha debido ver tres partidos de futbol en su vida -todos en España-, no estoy muy segura de que sepa de que está hablando.

La influencia del cole. Claramente en su clase debe haber un padre que ha sabido transmitir a su hijo su adoración por el equipo rojo y su condescendencia hacia el equipo azul.

Todo empezó a cuadrar cuando se fijó que un kiosco vendía cromos y me explico que los niños de su clase hacían una colección. Experimente emoción: primera colección de cromos! Y pena: pobre hijo, su madre siempre se entera la última de lo que va ocurriendo en el recreo!

Decidí que G se ganaría un cromo al día -ya os contare cómo en otro post- y así empezamos. Y tenemos ya 50 a pesar de que los inicios han sido complicados:

Primero, no pillaba el concepto de cambiarlos. Si un niño le pedía un cromo, se lo daba amablemente sin pedir otro a cambio. Sonrisa en el corazón. No hay nada mas enternecedor que la inocencia de la infancia. 

Le explicamos cómo funcionaba esto de coleccionar y añadimos que en todo caso, si en algún momento quería regalar alguno, nos parecía muy bien.

Luego, cambiaba los cromos por otros que ya tenía. Como no dejaba de sorprendernos, le preguntamos el motivo y nos explicó que así conseguía repes para cambiar en el recreo. Muy lógico!

Más tarde la profe le quitó el álbum entero, cuando, tras una llamada de atención, G le pidió que esperara un momento. Creo que ya ha entendido que la profe no tiene la santa paciencia de su madre.

Y ahora parece que vamos encarrilados. Hemos recuperado el álbum y ayer entró por la puerta diciendo que su amiguito K le iba a dar 10. Y tu cuantos le darás a cambio:

-Uno!

Carai, good deal!