miércoles, 21 de agosto de 2013

Sonrisas profiden

Siempre he sido una tarada del cuidado dental. Soy fan numero uno de las ortodoncias y blanqueamientos, pero todo eso sin una buena rutina de higiene, no sirve de nada.

Mi familia aun recuerda mis horas y horas de cepillado nocturno y, como no podía ser de otra manera, todo el día estoy insistiendo a los niños para que se esmeren en su limpieza bucal.

Obviamente, ellos pasan mucho. Les ensenan el cepillo a sus dientes y, ya esta! Por su puesto, si puede ser sin pasta mejor, que pica.

La técnica de atemorizarlos ha ido funcionando muchisimo tiempo: Chicos, en los dientes hay unos bichitos bastante gamberros, que adoran haceros agujeritos en vuestras muelas. Hay que ganarlos! Y asi nos hemos pasado las noches intentando eliminar al bichito rojo, rosa y amarillo (imaginacion al poder) y sobre todo a los bichitos gordos. Los gordos son los peores, se han hecho fuertes a base de chocolate y dulces o han crecido durante las noches sin cepillado previo.

Asi hemos mejorado mucho, pero es cierto que hemos tenido que añadir mas historietas, para continuar motivandoles y mejorar. Ya no basta con cargarse a los bichitos, ahora jugamos al escondite con ellos: Porque les encanta buscar huequitos donde el cepillo se olvida de pasar. Se parapetan en rincones poco accesibles y alli se quedan salvo que vayas a encontrarlos.

Como os imaginareis esta funcionando, G adora ganar, y si le recuerdo que los bichitos llevan ventaja en la partida, es capaz de meterse el cepillo hasta la campanilla, y B, como ya sabeis (y os conte aqui), se toma tan en serio el juego, que si se tiene que lavar los dientes en profundidad, para ganar, lo hará. Torres mas altas han caído.

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