El campamento

La semana pasada los niños asistieron a su primer campamento. Debió gustarles mucho y volvían a casa agotados. O sea, perfecto.

Historietas no puedo contaros muchas porque la información apenas se ha filtrado. Les he temido que someter a un tercer grado, para que soltaran el nombre de un amiguito nuevo, un juego o cualquier nimiedad. Pero ahi van tres perlitas:

Por fin, el viernes llegaron las notas. Bastante satisfactorias. Me dieron ganas de hacerles la fotito de marras y así inmortalizar los éxitos deportivos de mi prole. Lo mejor fue la nota A+ (o sea sobresaliente) de G en Judo.

-G, que buenas notas! Te ha gustado el judo?

G en su nueva faceta de "no me sacareis información-soy una tumba" se queda mirando, pero no responde.

Insisto: G, has hecho Judo en el campamento?

-No.

(Fin de la conversacion)

Perfecto, saca la nota mas alta y no se entera de nada.

Esa misma noche decidí que era el momento adecuado para tener una pequeña charla con mi primogénito:

- G, te han puesto regular en "listening" (=escuchar, o sea, obedecer) Eso no esta bien...

- Si les he escuchado, pero ellos... no se han dado cuenta!!! y añade: tenia mis oídos "on".

He aqui una defensa desesperada, aferrándose a la literalidad del concepto: Si por un oído le entra y por otro le sale, técnicamente, estaba escuchando.

Me toma el pelo o esta hablando en serio? Tratándose de G, no estoy segura.

Lo de los oídos "on" ya me parece la pera. Que sea consciente de que puede ponerlos "off" tiene mucho potencial, pero para mi, cómodo no creo que sea y, si algún día se casa, que su futura se vaya preparando.

También me ha explicado (porque G, es un poco redicho -vamos a admitirlo- y a su madre le explica las cosas, no se las cuenta) que igualmente su cerebro se puede poner on y off. La modalidad de encendido corresponde a cuando se porta bien. Cuando esta apagado, es como si tuviera el cable cruzado -apuesto a que esta expresión le encantaría al geek, digo crack, de mi hijo. Una vez mas, mi futuro no es muy alentador y su novia, que se lo piense.

Y la ultima anécdota viene de la mano de mi amiga L, que me pregunta a ver si ultimamente hemos ido a Legoland. Que su hija ha llegado del campamento diciendo que G y B iban a hacer una fiesta de pijamas en el parque temático y que ella se venia con nosotros. Y le monto un numerito a su madre con lágrimas incluidas, jurando que aquello era cierto y haciendo amago de prepararse una maleta y largarse. Con 5 añitos.

Era una trola descomunal y la primera que hemos pillado a los angelitos.

-G y B, le habéis contado a H que nos íbamos a Legoland a pasar la noche?

Y obviamente, siguiendo su tónica de silencio, no respondieron, pero se miraron y una sonrisilla maliciosa asomo por sus caras.

No me digáis mas.