O la cana. No se como titular esta entrada.
Esta mañana ella estaba ahí, en medio de mi cocorota, de punta, tiesa pero retorcida y blanca. Radiante.
Esta es por cortesía de Lola - he pensado.
Y creo que tengo razón. Porque Lola además de un disgusto, me esta causando hondonadas de estress.
Era la nueva nanny, y digo era, porque a la semana se ha largado, sin previo aviso, dando chillidos y dejandome en la estacada sin ningún pundonor. Que hay gente estupenda en este mundo, oye.
Así que aquí estoy yo, moviendo Roma con Santiago para buscar sustituta en tiempo record, con una cana nueva y el estomago encogio.
Todo es para bien, dicen. Y tienen razón, porque me he quitado de en medio una desequilibrada en una semana. Pero a veces lo bueno tarda en llegar, y mientras tanto estamos poniendo a prueba mis nervios, y la paciencia de mi jefe (o viceversa). A ver que revienta antes.
Hasta el momento y tras numerosas llamadas de teléfono, este es el resultado:
Tres negativas.
Una interesadisima, que me da referencias falsas. Que digo yo, que si ya le he cazado una trola, y aun no la conozco, el futuro no se plantea muy alentador. Me ha dado el email de su mejor amiga, y en facebook tienen tropocientas fotos juntas en distintos saraos y celebraciones y por supuesto, sin un solo niño para muestra. He de confesar que estoy deseando recibir el mail de la supuesta madre/amiga. Tengo curiosidad sobre si su capacidad literaria esta tan mermada como su capacidad intelectual. Y me intriga saber hasta donde son capaces de llegar estas Telma y Louise de andar por casa. Que es importante disfrutar siempre del lado lúdico de las cosas, no?
En la parte positiva de la balanza, esta la hermana de una amiga, que se quiere venir a Londres a trabajar de babysitter y aprender ingles, hasta ahí todo perfecto. Pero hasta mediados de mes no creo que se organice... y de momento, no tiene ni billete...
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