miércoles, 16 de julio de 2014

La fiesta

La invitación marcaba un sábado noche con una fiesta brasileña. La etiqueta requería camisas exóticas para ellos y colores luminosos para ellas. Mi querido esposo eligió una camisa de cuadros azules. Yo, sin embargo, me esforcé: vestido amarillo estilo Kardashian. Cuanto bien ha hecho esta mujer por sus congéneres, desterrando del Olimpo a las diosas rubias y lánguidas y dando opciones a las mujeres que, por caprichos del destino, Oh sorpresa! nacen con la melena negra, que no, no hay porque aclarar, y además, se atreven a alimentarse!

Pero volviendo al vestido, la verdad que era tan bonito y sentaba tan bien que decidí hacer un esfuerzo aún mayor, y tras una hora de ajetreo con el secador, el cepillo, el pintauñas, el colorete y el rímel, salimos por la puerta, mi exótico marido de la camisa de cuadros, y yo, en versión sábado noche.

Todo esto lo cuento, para daros el contexto de lo que sucedió después.

Caminábamos E y yo en dirección al coche. Bueno, siendo totalmente honestos, E caminaba y yo conseguía avanzar subida a unos zapatos diabólicos, pretendiendo no torcerme un tobillo o parecer ya borracha. Tenía mis cinco sentidos centrados en desplazarme y que resultara creíble que una es capaz de andar varios metros apoyando en el suelo únicamente la primera falange de los dedos de los pies, por lo que no me dí cuenta de lo que ocurría a mi alrededor.

Mi marido, sin embargo, se entretenía contemplando a una india bastante guapa que venía de frente, y con la que no estableció contacto visual, porque…  ella me miraba a mí. Al pasar justo por mi lado, y mientas E se metía en el coche, me dijo algo que me sorprendió bastante. Cuando subí al coche, E que había continuado pendiente de ambas, me preguntó intrigado:

-Que te ha dicho?
-Pues no te lo vas a creer pero...

Apologies for disturbing, but you are absolutely stunning tonight!

En la mitad mala de los treinta, que te piropeen por la calle, hace ilusión. No puede negarse. Pero en fin, que se disculpen por la intrusión antes de hacerlo, eso sí que no me había pasado nunca!!

Además normalmente sueles escuchar cosas menos elaboradas, tipo tía buena! Guapa! o alguna frase ya hecha y previamente catalogada para la ocasión. En caso de falta total de recursos o problemas comunicativos graves, te silban y ya.  Pero que te suelten: Estas absolutamente deslumbrante! Que puedo decir… me alegro que alguien aprecie el esfuerzo y a ver si E se apunta la frase!!!

No solo es la primera vez que me ha piropeado una desconocida por la calle, sino que también, ahora que lo pienso, es la primera vez que me  ocurre caminando junto a mi marido, aunque sospecho que el hecho de que fuera  una chica (muy mona) tiene mucho que ver, porque E, lejos de cabrearse se quedó encantado, sonriente y risueño y me decía orgulloso:

- Si escribes un post sobre esto, yo lo rubrico!

Hombresssssss……

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