martes, 17 de diciembre de 2013

Sábado



En esta ciudad hay que mantener la cabeza ágil o no triunfas. Eso fue lo que nos ocurrió.

Vini, vidi y non vinci.

Por ignorantes. O no. O si. Vosotros diréis:

Mi querida amiga C me propuso visitar el nuevo centro comercial -o centro a secas- del barrio. Lo inauguraron recientemente y no lo habíamos pisado. Pensaba que era un centro de ocio más que un centro comercial y sigo ignorando qué es. Debería bucear en internet para enterarme y contároslo.

Esta situado en un edificio moderno, bastante chulo, lleno de cristaleras. Hasta donde sé, organizan actividades. Su principal característica es que está dirigido a la población judía, aunque abierto a todos los publicos. Desconocía -y desconozco- si tiene alguna tienda. Ahora sé que al menos hay un restaurante de cocina moderna -a juego con el edificio- kosher.

Mi amiga me contó que tenía una pista de hielo y que porqué no íbamos a descubrirlo. Y me pareció una excelente idea, que no se puede tener algo a la vuelta de la esquina y no saber qué es lo que ofrece.

Así que allí fuimos, un musulmán, dos cristianas y un ateo, con nuestra prole, dispuestos a pasar una mañana de ocio en un centro judío. Suena a chiste.

Llegamos y estaba...  cerrado. A cal y canto. Ni un alma en la pista de hielo (de ninguna confesión). El restaurante, desierto. Pero desierto según la acepción cristiana, que ya sabemos que los judíos y los musulmanes acampan a sus anchas por ahí, y si les da el punto, se van todos en romería, abarrotándolo durante años.

Pero volviendo a nuestro día, andaba yo buscando el cartelito de rigor que anunciase el horario de apertura. Inocente. Hasta que caí en la cuenta:

-Chicos es sábado. Más nos vale pensar un plan b.

A quien se le ocurre presentarse en Sabbat en un centro judío? A las seguidoras de Jesús, al de Mahoma, y al de "Todas las respuestas anteriores son incorrectas".

Aunque en su momento nos dejara sin plan, sin patinar, sin comidamodernakosher, yo le veo la ironía al asunto y no puedo reprimir una sonrisa de medio lado. Una sonrisa resignada.

De hecho creo que el día ha terminado convertido en un chiste. Y bastante bueno. Que menos mal que no estaban los de Jehová porque si no se hubieran partido de risa con nuestra estampa.

En fin, que tendremos que reintentarlo.

En domingo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario