jueves, 29 de enero de 2015

In the dark

Esperaba a escribir a que se pasaran las nauseas y empezara a sentirme bien.

En realidad, casi que he puesto mi vida y emociones en “standby”, con la esperanza de que mi estomago me dejara tomarla algún día de nuevo por las riendas, y no me limitase a sobrevivir, tachando días nauseabundos y aguantando hasta  que el calendario marque una nueva semana de embarazo y yo, por fin, tenga una tregua.

Una tregua para volver a mi “to do list”, a comer de manera ordenada y no a golpe de nausea, una tregua para disfrutar de mi familia y que ellos disfruten de mi.

Van pasando las semanas y nada ocurre. Sigo donde estaba, la mayoría de los días con resignación y en algunos instantes con desesperación. 

No me creo, aunque deseo con ansiedad que al marcar la semana 14, 15 o, al menos 16, esto vaya a cambiar, y me preparo mentalmente para continuar apechugando si no pasa. Una vez más, la incertidumbre esta en el aire y las historietas de mamis sufriendo nauseas pasado por mucho el primer trimestre, no ayudan.

Veremos. Entre tanto EGB con bastante paciencia van contando días donde mami ni cocina, ni cuenta cuentos, ni juega, ni conversa. Solo está. Cerca, callada, incomoda,  entreteniéndose en silencio con cualquier juego estúpido que le mantenga la cabeza ocupada con líneas de colores, “sugar crashes” o cualquier banalidad, que le distraiga de alguna manera, consiguiendo mantenerse un ratito más alejada del water.

No hay comentarios:

Publicar un comentario